Cinco personas fallecieron este sábado tras la colisión en pleno vuelo de dos helicópteros civiles en una zona boscosa cerca de Eura, en el suroeste de Finlandia, según confirmaron autoridades finlandesas y estonias. Las aeronaves, que cubrían una ruta desde Tallin, Estonia, hacia Piikajärvi, Finlandia, se estrellaron poco después del mediodía mientras se dirigían a un evento recreativo de aviación en Kokemäki, dejando sin sobrevivientes.
El accidente ocurrió alrededor de las 12:35 hora local (10:35 GMT), según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Estonia, citado por la cadena pública ERR. Los helicópteros, un Robinson R44 registrado en Estonia y otro en Austria, transportaban a cinco pasajeros, identificados como empresarios estonios por el diario Postimees. Entre las víctimas están Oleg Sõnajalg, de 65 años, un conocido empresario del sector eólico, y Priit Jaagant, de 52 años, dedicado a la construcción. Los restos de las aeronaves fueron localizados a 100 metros de distancia en un área boscosa cercana al aeródromo de Eura, a unos 700 metros de la carretera principal.
La Policía finlandesa, en conjunto con la Agencia de Investigación de Seguridad de Finlandia (SIAF), ha iniciado una investigación para determinar las causas del choque. Testigos, como Antti Marjanen, reportaron al periódico Iltalehti que una de las aeronaves realizó una maniobra brusca, impactando a la otra, lo que provocó que una cayera “como piedra” y la otra descendiera girando. Los datos de FlightRadar24 muestran que ambos helicópteros volaban juntos desde Tallin y desaparecieron del radar al norte del aeródromo de Eura. No se han confirmado indicios de fallos mecánicos, error humano o condiciones climáticas adversas, aunque el evento recreativo, que esperaba unas 20 aeronaves y 50 participantes, pudo haber incrementado el tráfico aéreo en la zona.
El Ministerio de Transporte de Finlandia anunció que revisará los protocolos de vuelos recreativos, especialmente para eventos con múltiples aeronaves, ante la tragedia que ha conmocionado a las comunidades de aviación en Finlandia y Estonia. Las autoridades han descartado la participación de helicópteros militares, confirmando que ambos eran civiles y operaban bajo regulaciones de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA). La investigación, liderada por el Buró Nacional de Investigación (NBI) con apoyo estonio, continúa para identificar a las víctimas restantes y esclarecer las circunstancias del accidente.
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