Carlos Leonardo Alarcón Argudo asumió este viernes 21 de noviembre de 2025 como fiscal general del Estado subrogante, tras la renuncia irrevocable de Wilson Toainga presentada en Quito. Alarcón, designado subrogante por el Consejo de la Judicatura el 3 de octubre de 2025 con votación unánime, toma el mando en un momento de transición institucional marcado por la controversia en casos de alto perfil como Metástasis y Magnicidio FV, donde Toainga representó al Ministerio Público.

Alarcón, de 39 años y magíster en Derecho Penal con mención en criminalidad compleja y justicia indígena, es funcionario de carrera desde 2010. Inició como secretario en Fiscalía, aprobó el concurso de méritos en 2015 con 95,85 puntos y fue fiscal en Quinindé (Esmeraldas) hasta 2018, cuando se trasladó a Quito manteniendo jurisdicción en esa provincia crítica. Desde 2021 coordina la Unidad Nacional de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, manejando 22 casos relevantes en 2024, incluyendo Nene (tráfico de influencias en Vicepresidencia), Triple A (hidrocarburos ilegales con alcalde Aquiles Álvarez procesado) y otros vinculados a Petroecuador.

Su designación como subrogante fue destacada por el vocal Fabián Fabara, quien elogió su formación pese a haber tramitado un proceso disciplinario previo contra Alarcón –desestimado en septiembre de 2025 por falta de dolo–. En mayo de 2025, Alarcón ejerció interinamente por cinco días durante una salida de Toainga, archivando una investigación contra el presidente Noboa y su esposa por presunto tráfico de influencias en licencia ambiental para Loma Larga.

Toainga, con 24 años en Fiscalía, explicó su renuncia por «evitar cuestionamientos sobre legitimidad» en su prolongación, sustentada en criterio de Procuraduría mientras el Cpccs no realiza concurso definitivo. La salida activa el mecanismo legal para que Alarcón titularice interinamente, en un contexto de filtraciones en Magnicidio FV donde Xavier Jordán difundió supuestos «falsos positivos» mencionando a Toainga, exfiscal Diana Salazar y Ana Hidalgo.

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La Fiscalía enfrenta ahora el desafío de mantener continuidad en procesos sensibles, con Alarcón al frente de una institución clave en la lucha anticorrupción y crimen organizado.





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